Teatro
(del lat. theātrum, y este del gr. θέατρον, de θεᾶσθαι, mirar)

Todos los que me conocen saben que soy un gran aficionado al teatro. No recuerdo cuándo empezó todo, pero creo que ha sido así desde siempre, porque ya de pequeño siempre me decían mis padres que “era muy teatrero”… No obstante, mi andadura en este mundo empezó cuando cumplí los 20 años. Tras cuatro años escondido tras los micrófonos de Radio Pizarra, donde intenté vencer mi timidez, decidí subirme a los escenarios y experimentar esa sensación tan especial que se tiene cuando el telón está a punto de levantarse. Me gustó… Y me gustó tanto que, desde entonces, no he podido dejar de leer, adaptar y hacer teatro.

Sería bastante difícil enumerar todos y cada uno de los espectáculos de los que he disfrutado, tanto como espectador, como actor o director, sin olvidar alguno; aunque todos y cada uno de ellos calaron de una u otra manera en mí, dejando un grato recuerdo. Este año no ha podido ser menos. No sólo he adaptado y dirigido La Tienda de los Horrores, con la que clu Teatro consiguió un tremendo éxito, al llevar por primera vez un musical a las tablas del Teatro Cervantes de Álora, sino que además he podido disfrutar de la oferta teatral en nuestra capital, aunque este año no ha sido tan prolífica como en los anteriores.

Es cierto que, últimamente la fiebre de los musicales ha invadido las carteleras de los teatros de toda España: El Fantasma de la Ópera y Jesucristo Superstar (Lloyd Webber), Mamma Mia! (Abba), Fiebre del Sábado noche (Bee Gees), Hoy no me puedo Levantar (Mecano), Chicago (Bob Fosse, Fred Ebb y John Kander), y un largo etcétera. Todos ellos nos cuentan historias que nos hacen sentir muy diversas emociones, utilizando como motor la música que, en ocasiones, no sólo nos empuja a seguir el ritmo con los pies, sino que nos invita a levantarnos y cantar… Historias de amores imposibles, de sueños inalcanzables, de superación personal..., historias que, en definitiva, nos hacen reír y llorar…

Esta noche he reído y llorado, con uno de los espectáculos más emocionantes de los que he podido disfrutar en mucho tiempo. Estrenada en Broadway en 1959, la historia de la familia Von Trapp ha sido merecedora de 6 premios Tony, y 5 Oscars, y 2 Globos de Oro por su adaptación cinematográfica, dirigida por Robert Wise, y protagonizada por Julie Andrews y Christopher Plummer.

Escrito por Richard Rogers y Oscar Hammerstein II, The Sound of Music, conocida en nuestro país como Sonrisas y Lágrimas, nos cuenta una historia basada en las desventuras de la familia Von Trapp, afincada en Salzburgo durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Alegre y jovial, María, es una novicia que es enviada a casa de un viudo capitán del ejército, con objeto de trabajar como institutriz de sus siete hijos. Tras un primer desencuentro con el cabeza de familia, la joven consigue ganarse el cariño y la amistad de los niños, y acabará enamorándose del capitán.


Dirigida por Jaime Azpilicueta y adaptada por Miguel Antelo, Sonrisas y Lágrimas aterrizó el pasado jueves en el Teatro Cervantes de Málaga, para acercar a más de 4000 espectadores este musical, que ha sido probablemente uno de los de más éxito en todo el mundo durante los más de cincuenta años que se viene representando. Esta impresionante producción está encabezada por Silvia Luchetti, Carlos J.Benito, Noemí Mazoy, Jorge Lucas y Loreto Valverde. Completan el reparto un total de 22 actores, entre los que encontramos tres niños malagueños, elegidos para la ocasión. Una orquesta con 10 músicos, un total de 70 personas entre equipo técnico, maquillaje y vestuario, 22 cambios de escenario, y más de 100 trajes, comprenden una de las producciones teatrales de mayor envergadura en nuestro país.

Personalmente, no me queda más que recomendaros encarecidamente, que vayáis a verla. Sus casi tres horas de duración se pasan en prácticamente un suspiro ya que, desde el primer minuto, los actores, la música, la iluminación, el decorado, y la magnífica puesta en escena envuelven por completo al espectador que, tras sentarse en su butaca dispuesto a disfrutar de la obra, sin apenas pestañear se encuentra de repente en pie, aplaudiendo al ritmo de la música y cantando, junto con el elenco y los demás espectadores el tema que cierra la obra.

Esta noche, me es imposible recomendaros una única canción, ya que la excelente partitura de Rogers y Hammerstein nos ha dejado para el recuerdo temas míticos como The Sound of Music, Climb Ev’ry Mountain, María, Edelweis, My favourite things y Do-Re-Mi. Por este motivo, además del video promocional del Musical Sonrisas y Lágrimas, que estará hasta mañana domingo en Málaga, os dejo un enlace a la Banda Sonora Original de The Sound of Music.

Banda Sonora de The Sound of Music