Ha querido el destino que, por motivos de salud esté pasando últimamente más tiempo en casa de lo habitual. Además de disfrutar de las visitas y llamadas de buenos amigos, he podido recuperar a ratos, aficiones que tenía un tanto olvidadas. Desempolvar el piano, repasar viejas partituras, sentir cómo la música escapa entre tus dedos y envuelve tus sentidos, mientras la imaginación vuela entre las letras de muchos de esos libros que aún esperaban a ser leídos en la estantería. Salir a pasear cada tarde con mi perro, mientras el sol se esconde tímidamente por el horizonte, esperando a que comiencen los ensayos en el improvisado escenario que, temporalmente hemos trasladado a la buhardilla de casa. Disfrutar de una buena película, escribir, volver a dibujar y, por supuesto, este blog que, condenado a permanecer dormido largas temporadas, he vuelto a rescatar, no sin antes someterlo a una profunda remodelación. 

Lo más destacable ha sido el cambio en la interfaz de usuario, que tras su diseño, desarrollé desde cero para dar vida a todas las ideas que se han incorporado al Blog. Bajo el encabezado de bienvenida, el menú y un cuadro de búsqueda de entradas, un slider servirá, no solo para mostrar un resumen de las entradas más populares, sino también como escaparate de fotografías que me inspiren o resulten interesantes. El cuerpo del blog muestra ahora un resumen de las últimas entradas y el menú principal incorpora un acceso una nueva sección donde se os facilita la búsqueda de la letra de aquellos temas que os voy recomendando. Pese a todo, la esencia del blog no se ha perdido y, como es habitual, continuaremos hablando de cine, teatro, tecnología y música. Precisamente con música, como es habitual, terminamos esta nueva entrada con la que pretendo abrir una nueva temporada que espero dure mucho más que las anteriores.


Corría el año 1984 cuando TVE empezó a emitir La Bola de Cristal, un programa infantil que ha marcado a toda una generación y que estaba presentado por una jovencísima Alaska, uno de los pilares más importantes de la movida Madrileña de los ochenta. La artista, tras treinta y seis años cosechando éxitos, no deja de reinventarse y ahora, junto a Nacho Canut, Fangoria lanzó al mercado el pasado mes de febrero su nuevo trabajo. Cuatricromía nos sumerge en diferentes estilos musicales, llevándonos desde el pop hasta el estilo más gótico y oscuro de la formación, pasando por rock, el glam y la música electrónica, agrupándose cada uno de estos en cuatro CDs con un color diferente. 

El primer sencillo de este trabajo nos invita a ver el lado positivo de la vida, olvidando los dramas, convertirlos así en comedias que nos ayuden a superar los malos momentos. Un éxito en ventas inaugurado por el pegadizo ritmo pop-psicodélico ochentero de Dramas y Comedias.