Aquellos que me conocen saben que, en realidad no soy fan de un grupo o artista en particular, simplemente me gustan determinadas canciones; algo que, los asiduos al blog imagino habréis deducido a lo largo de todo ese año. Con respecto al cine, podemos decir algo parecido. No siento predilección por el cine de un país u otro, simplemente veo aquellas películas que me gustan y, generalmente éstas son las que pasarán a formar parte de mi videoteca particular. No obstante, reconozco que, desgraciadamente son pocas las películas españolas que forman parte de esta colección. En los últimos veinte años, tan solo un puñado de cine nacional ha conseguido captar mi atención y pasar a formar parte de una videoteca de más de trescientas películas. Aunque tengo mi propia creencia al respecto (que omitiré porque no viene al caso y extendería demasiado esta entrada), no acierto a comprender por qué el cine nacional, salvo excepciones, no consigue atraer al espectador español. Sea lo que sea, si le sumamos el elevado precio de las entradas de cine, en plena época estival tan solo encontramos un par de títulos nacionales en cartelera.

Pese a todo, en ocasiones encontramos películas que realmente merecen la pena. Algunas, desgraciadamente, pasan de puntillas por las salas de cine, pero otras consiguen recaudaciones más que respetables. En este último grupo encontramos Promoción Fantasma, una de las sorpresas del año, dirigida por Javier Alvariño, con guión de Cristóbal Garrido y Adolfo Valor. Aunque, personalmente creo que podría prescindir de algunos gags escatológicos y seguir funcionando a la perfección, la película logra con creces su objetivo y, su excelente reparto consigue arrancar más de una sonrisa con sus divertidas interpretaciones.

Reconozco que, no solo he pasado un rato muy divertido con esta película, sino que también he podido disfrutar de su estupenda banda sonora, repleta de temas de los años ochenta y de principios de los noventa. Precisamente, al escuchar el tema que acompaña el inicio de la película, retrocedí a los diecisiete años. Recordé aquellas noches de sábado en la discoteca,  con los amigos, tomando una copa y bailando junto a una chavala al ritmo de uno de los temas que arrasó en las pistas de baile a mediados de los noventa.

Escrita por Larry Pignagnoli y Davide Riva, e interpretada por la cantante danesa Sannine Carlson, Saturday Night arrastró con su ritmo a jóvenes y mayores durante el verano de 1994. Incluido en su primer trabajo, que bautizó con su propio nombre artístico, Whigfield consiguió poner a bailar a todo el mundo con una pegadiza melodía y una sencilla coreografía. Anoche comenzó la feria de Málaga y hoy es sábado… Qué mejor que subir el volumen y, mientras nos preparamos para ir al real, movernos al ritmo que marca un sábado por la noche.
Escuchar Saturday Night