Han pasado veinte años desde que Kevin Flynn, desarrollador y CEO de ENCOM, desapareciera sin dejar rastro. Cuando su hijo Sam, un joven rebelde de 27 años, recibe un misterioso mensaje procedente del salón de juegos Arcadia, que solo podría haber sido enviado por su padre, decide seguir la pista. En su búsqueda, el joven es absorbido por el mundo digital donde, su padre quedó atrapado años atrás. Ambos, junto a una joven llamada Quorra, se embarcan en un viaje a través de un impresionante mundo cibernético, perseguidos por Clu, un villano dispuesto a todo.

Dirigida por el debutante Joseph Kosinski, y protagonizada por Garrett Hedlund, Jeff Bridges y Olivia Wilde, Tron Legacy recoje el testigo de su predecesora, convirtiendo el mundo digital en un entorno mucho más avanzado, complejo y rico visualmente hablando, utilizando para ello las modernas tecnologías de hoy en día. En la anterior entrega, las limitaciones tecnológicas obligaron al equipo de Tron a utilizar métodos complejos y muy costosos, que implicaban una gran cantidad de trabajo.

La Informática, una ciencia emergente a principios de los ochenta, ha evolucionado de forma impresionante en los últimos veinte años. La capacidad de cómputo y almacenamiento de los ordenadores ha crecido de forma exponencial, y el tamaño de los componentes y, por lo tanto del computador en sí, ha disminuido de forma considerable. Hemos pasado de utilizar máquinas que podían ocupar todo un garaje, a trabajar con potentes microportátiles, que podemos guardar en un pequeño maletín.

Los realizadores de Tron abrieron una puerta a un mundo que ha permanecido unido al cine desde entonces. Todos los avances producidos en el campo de la informática han propiciado igualmente, una evolución en el diseño de gráficos y animación por ordenador, y, por consiguiente, en la aplicación de ésta al campo de los efectos visuales para cine y televisión. Si en la anterior entrada explicamos cómo se creó el mundo digital en el que ha permanecido durante veinte años Kevin Flynn, en esta entrega veremos las tecnologías actuales han permitido crear con mucha más facilidad, un mundo digital realmente impresionante.


Tron Legacy nos traslada a un universo digital de líneas elegantes, modernas y estilizadas, en contraposición con su predecesora, donde todo era más rústico y primitivo. No obstante, la luz continúa siendo uno de los elementos más importantes en un diseño que se basa en los avances tecnológicos producidos en el mundo digital. Según diseños del propio director, la película dibuja unos paisajes digitales cargados de luz y color, que, combinados con escenarios reales tienen un efecto único e impactante. Uno de los sets más impresionantes fue construido a tres metros de altura, sobre un suelo de cristal macizo que era iluminado desde abajo. En el mundo digital todo emite una brillante luz, por lo que en este decorado todo debía estar iluminado: suelo, mesas, chimenea, agua, etc…

Si recordamos, para Tron fue necesario utilizar un proceso de capas bastante complejo, que se servía de la animación con luz de fondo para dotar de dinamismo, color y brillo, a una imagen rodada en blanco y negro. Su secuela abandona esta técnica en beneficio de un vestuario que brilla con luz propia proporcionando, no solo un efecto electrónico a los personajes, sino proyectando luz dinámica sobre el resto de actores y el entorno. Los actores cuelgan los incómodos monos de Tron, para vestir unos flexibles uniformes de goma espuma, con dispositivos electrónicos en su interior que harán brillar los circuitos del traje.


Disney ha apostado en esta ocasión por la tecnología 3D e IMAX para el rodaje de una película que cuenta con más de 1500 tomas de efectos visuales. El proceso de producción se basa, no sólo en métodos que permiten combinar la animación por ordenador y acción real, sino en tecnologías punteras como el motion capture (mocap), que permiten la grabación de movimiento real, para trasladarlo posteriormente a un modelo digital.


La captura de movimiento se utiliza en esta película para dotar de vida a Clu, un personaje interpretado por Jeff Bridges y que debe aparentar la edad que tenía el actor cuando se estrenó Tron en 1982. Para ello, el actor utilizaba un dispositivo dotado de cuatro cámaras sujeto a su cabeza, que grababa un conjunto de puntos dibujados sobre su rostro. Jeff Bridges realizaba su interpretación en plató y, posteriormente, un doble la repetía ante la cámara. En postproducción, la cabeza del doble era sustituida por el rostro digital de un rejuvenecido Bridges, que se movía gracias a la información proporcionada por las cámaras, que anteriormente habían capturado la posición de los puntos dibujados sobre el rostro del actor.


También la informática facilita enormemente la tarea de compositores y músicos, que pueden realizar composiciones utilizando únicamente un ordenador con el software apropiado. Inspirada en la música de artistas como Vangelis o Maurice Jarre, la banda sonora de Tron Legacy corre a cargo de Daft Punk, uno de las formaciones más importantes en lo que a música electrónica se refiere, y que precisamente hacen un pequeño cameo en la película. Con un puñado de buenas críticas y un premio a la mejor banda sonora original, concedido por la Austin Film Association, Disney decidió lanzar Tron: Legacy R3CONF1GUR3D, un álbum con remixes de algunos temas de la banda sonora, realizados por artistas como Moby y The Crystal Method, entre otros.

Como hemos podido comprobar, los avances producidos en el campo de la informática y la tecnología, facilitan enormemente la creación de mundos y personajes virtuales, permitiéndonos realizar todo aquello que podamos imaginar.