A lo largo de toda su historia, clu Teatro se ha caracterizado por una evolución paulatina en sus montajes, no exentos en ocasiones de cierta complejidad. Remontándonos unos años en el tiempo, recordamos nuestro primer trabajo, una adaptación de Los Figurantes, un texto de Sanchís Sinisterra. Por aquel entonces, para la realización del decorado utilizamos láminas poliestireno expandido que recortadas, pintadas y montadas como un puzzle, dieron forma a los diferentes elementos que comprendían la escenografía de la obra. 

Mucho ha llovido desde entonces, y muchos han sido también los montajes a los que nos hemos enfrentado; algunos sencillos, y otros mucho más complejos. Hasta el pasado año, Fuera de Escena ha sido la obra que nos había planteado un mayor desafío. A nivel interpretativo, la obra requería dinamismo, y unas grandes dosis de mímica ya que, en el segundo acto, durante al menos treinta minutos, no hablaba ninguno de los personajes. Sin embargo, clu Teatro se enfrentó a un reto mayor: construir un set que mostrase la cara y la cruz de un decorado teatral, debiendo girarse una superficie construida de 18 m2 en apenas unos minutos. Tras largas sesiones de investigación, de estudio y diseño, se decidió construir el decorado sobre tres estructuras rodantes de acero de 3 x 2 m., que permitirían mover fácilmente el decorado. Fuera de Escena supuso un antes y un después en clu Teatro, que siempre ha apostado por montajes llamativos, pero no exentos de cierta complejidad.



Decorado
Fuera de Escena
Montaje del decorado
Fuera de Escena

A principios de 2011, clu Teatro decide adaptar La Tienda de los Horrores, teniendo que enfrentarse a nuevos desafíos. No obstante, el decorado, pese a poder adaptarse, suponía de nuevo un complejo reto. El montaje original mostraba a público un enorme telón que, abarcando en su totalidad la boca del escenario presenta dibujada una gran ciudad. Nada más comenzar la obra, dicho telón se eleva dejando ver al espectador el interior de una típica floristería de los suburbios del Nueva York de los años 50. Por supuesto, dicho establecimiento no ocuparía por completo el escenario, ya que debe permitir la acción tanto en su interior, como en la calle, donde una escalera de incendios da acceso a una salida superior, utilizada en diversas ocasiones por Chiffon, Crystal y Ronnette. La escenografía se completa con complejos elementos mecánicos, que permiten dar dinamismo al montaje permitiendo, entre otras cosas, la aparición de la enorme planta a vista de público.

Lógicamente, este montaje excedía nuestro presupuesto y no hubo más remedio que simplificar, y buscar la manera de optimizar recursos. Como siempre, el proceso comienza con una fase de estudio e investigación. Tras un largo período de documentación y de diseño, se optó por simplificar al máximo el decorado en beneficio de uno de los protagonistas de la obra, a quien deberíamos dedicarle un mayor tiempo: Audrey II (de quien hablaremos más adelante). De esta manera, se decide construir únicamente aquellos elementos importantes del decorado, esto es, la tienda y el frontal de la casa de Audrey.

De esta manera, reutilizando el decorado de Fuera de Escena, se construirá y ubicará en el centro del escenario, sobre una pequeña plataforma de apenas 7 m2, una porción de la tienda, completándola con los elementos escenográficos y de atrezo necesarios. A su alrededor, la calle, donde encontramos entre cubos de basura, cartones y una farola, el frontal de la casa de Audrey, accesible a través de una pequeña escalera. 



Como elemento escenográfico adicional, se construyó una enorme pantalla que permitiría, no solo realizar proyecciones multimedia para apoyar el montaje, sino como telón para proyectar la silueta de los personajes en determinados momentos de la obra. Tras el estreno, este elemento se ha desechado, ya que distrae al espectador, por lo que se le ha sustituido por diferentes acciones que refuerzan el hilo argumental de la historia.

Todo esto ha supuesto un largo proceso de seis meses, que no ha finalizado con el estreno de la obra, sino que aún continúa, con el principal objetivo de hacer llegar al público en cada representación, un espectáculo de mayor calidad.